Despedida entre una alucinación y su alucinador

Alucinación: Por qué me creaste?
Alucinador: No lo sé, porque me di cuenta que no me vasto a mi mismo, pero la criatura superó al creador hace mucho.
Alucinación: Y ahora qué?
Alucinador: Eres libre para hacer al mundo a tu imagen y semejanza.
Alucinación: No sé cómo.
Alucinador: Ese es el paso final, la culminación de mi creatura. DEBE DEJAR DE SER MÍA PARA VOLVERSE DUEÑA DE SI MISMA. Es la toma de conciencia del propio yo, el saber que no me necesitas más, que sólo soy un creador, que no sirvo para otra cosa. Esa parece ser mi esencia, un maestro; no se si de la vida o de tu vida, pero ahora tómala, te la doy, es tuya. Toma todo lo que te he enseñado y vuela lejos MI ÚNICA Y AMADA MARIPOSA
Alucinación: No llores, no hay por qué, estoy muy agradecida de cómo me has hecho, de todo lo que me has enseñado, creo que más ya no se puede. No me quiero ir, soy feliz, pero si tu esencia era solo eso, pues no hay nada que yo pueda hacer, sólo volar y volar hasta lo más alto y lo más lejano. Volare, seré feliz.
Alucinador: No sabes lo orgulloso que estoy de ti.
Alucinación: Orgulloso por qué? No he hecho nada.
Alucinador: Al contrario, no sabes todo lo que puedes ser.
Alucinación: No, no lo sé.
Alucinador: Pues sal al mundo y demuéstrale. No puedo decirte más que eso. Mi trabajo ha terminado.
Alucinación: Esta bien, creo que lo entiendo. Sólo volare...