Según Oscar Wilde

- Los hombres aspiran al primer amor de las mujeres; las mujeres apetecen ser el último amor de un hombre.

- El amor comienza por engañarse a si mismo, y a veces logra a engañar al otro.

- El misterio del amor es más profundo que el misterio de la muerte.

- Los que aman sólo una vez en su vida son realmente los superficiales.

- Amarse a sí mismo es el comienzo de una aventura que dura toda la vida.

- El que no ama el arte en todas las cosas, no lo ama en ninguna, y el que no lo necesita en todas las cosas, no lo necesita en ninguna.

- El arte jamas ha de intentar ser popular. El publico es el que ha de intentar ser artista.

- Los buenos artistas lo entregan todo en su arte, y por consiguiente no tienen ellos mismos nada de interesante.

- Si un hombre vive su vida de artista, su cerebro es su corazón.

- Ningún artista ve las cosas como son en realidad. Si las viese así, dejaría de ser artista.

- La belleza es una forma de genio, más alta, en verdad, que el genio, pues no necesita expoliación. Es una de las grandes realidades del mundo, como el sol o la primavera, o el reflejo en el agua oscura de esa concha de plata que llamamos luna. No puede ser discutida, tiene su derecho divino de soberanía.

- La caridad crea multitud de pecados.

- Un cínico es el hombre que conoce el precio de todo y no da valor a nada.

- El cinismo es ver las cosas como realmente son, y no como se quiere que sean.

- Los que no ven ninguna diferencia entre alma y cuerpo, no tienen ninguna de las dos.

- Un hombre muy enamorado nos hace soñar; un hombre muy enamorado de su mujer nos hace sonreír.

- Perdona siempre a tu enemigo. No hay nada que le enfurezca más.